La 63 legislatura del estado se apresta a aprobar la Cuenta Pública
2017 del titular del Poder Ejecutivo y ya puso fecha a la ignominia: el
próximo martes 30 de octubre, en la víspera de la Fiesta de los Fieles
Difuntos, a fin de evitar que la próxima legislatura, dominada por el
Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tenga esa
responsabilidad.
De acuerdo al artículo 59 de la Constitución Política del Estado
Libre y Soberano de Oaxaca, fracción XXII, “el Congreso a más tardar el
15 de diciembre del año de su presentación (de la Cuenta Pública),
concluirá su revisión, dictamen y votación”.
El Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO)
entregó en el mes de septiembre del año en curso la Cuenta Pública 2017
al Congreso estatal, pero el plazo máximo para su aprobación vence hasta
el 15 de diciembre, mismo que, por lo visto, los actuales legisladores
no están dispuestos a dejar correr.
Es decir, los actuales diputados no pueden esperar otros 15 días, en
pleno periodo de receso, y dejar que la 64 legislatura cumpla con esta
obligación legal, sino por el contrario se aprestan a aprobar la cuenta
remitida por el titular del Poder Ejecutivo.
De hecho el dictamen de la Cuenta Pública fue aprobado ya por los
integrantes de la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de
Fiscalización del Estado de Oaxaca, que integran los diputados: Eva
Diego Cruz, del PRD; Laura Vigñon Carreño, del PRI; Gustavo Marín
Antonio, del PES y aliado de los priistas; Javier Velásquez Guzmán, de
Morena, y Juan Bautista Olivera Guadalupe, del PT; pero solo esperaban
el acuerdo con la fracción del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) para presentarlo ante el pleno.
La diputación permanente sesionó el pasado viernes, a fin de convocar
al primer periodo extraordinario, del segundo periodo ordinario, del
segundo año de ejercicio legal, el último de esta legislatura, para
realizar la convocatoria a sesión extraordinaria.
La aprobación de la Cuenta Pública requiere únicamente de la mayoría simple de los diputados presentes en la sesión, por lo que la fracción parlamentaria del PRI y sus aliados tiene el gane asegurado.
En el caso de la fracción parlamentaria de Morena, existe el acuerdo de no aprobar las Cuentas Públicas en tanto no se verifique la información contenida en los documentos, sin embargo son evidentes algunas defecciones a este propósito y habrá de esperar para ver a los legisladores morenistas que apoyan la decisión del PRI.